Por Bling
Finalmente el punto que más se trató de cuidar durante todos los años previos a la realización de la cinta fue el menos destacable, la historia. Desde que se exhibió Indiana Jones y la Última Cruzada en 1989, se había hablado de una cuarta y última entrega que cerraría con el ciclo de películas del Dr. Jones. Durante todos estos años llegaron rumores que retrasaban la realización de la cinta, como la negativa de Harrison Ford para volver a encarnar a este personaje, pero sobre todo la renuencia de George Lucas a encontrar una historia adecuada. El proceso se volvió tan minucioso y exhaustivo que entre otras cosas se desechó la historia propuesta del reconocido director/escritor Frank Darabont, donde aparentemente Indiana Jones tendría un hermano, que sería interpretado por Kevin Costner. Se mencionaron también propuestas de personajes destacables como M. Night Shyamalan y Tom Stoppard, pero parecía que nada convencía a Lucas.
En el año 2006 Harrison Ford lanzó una especie de ultimátum al afirmar que si la película no estaba lista para el 2008, los productores debían de desechar la idea realizar la cinta. La presión era evidente y en ese momento se empezó a buscar frenéticamente el guión adecuado, para eso se tuvo que rescatar una historia pensada para la serie televisiva de Indiana Jones de 1992, donde había una idea que mencionaba algo relacionado a unas calaveras de cristal. George Lucas se la presentó a Ford y Spielberg y no tuvo la respuesta esperada, sin embargo la película se empezó a rodar en el 2007.
El argumento final trata sobre un grupo militar soviético, quienes obligan al Dr. Jones a localizar las ya mencionadas calaveras de cristal, mientras tanto se encuentra con la ayuda de un joven que resulta ser su hijo (Shia LaBeouf) y su madre, un viejo amor de Indiana Jones que no veíamos desde la primer película de la serie (1981), Marion Ravenwood (Karen Allen). El resultado es un guión bastante predecible, donde a pesar de contar con elementos interesantes propios del tema alienígena como las líneas de Nazca, la cinta no profundiza en ninguno, al contrario, lo suprime con las prolongadas escenas de acción, las cuales suelen ser persecuciones que se repiten una y otra vez. En este sentido la tecnología y efectos especiales actuales, jugaron un papel negativo en algunas escenas, como la de Mutt Williams columpiándose sobre las lianas y cayendo al final en un jeep en movimiento, en la que sin duda es la secuencia más absurda y exagerada de toda la saga.
Un punto destacable de la historia, es la mención del paso del tiempo con las referencias a la muerte del padre de Indiana y de Marcus Brody, así como la constante mención que hace Mutt del Dr. Jones, llamándolo “viejo” . Después de todo, los 65 años de Harrison Ford no podían pasar inadvertidos.
En cuanto a los personajes me gustó Irina Spalko, interpretada por Cate Blanchett, es impresionante lo camaleónica que puede ser esta gran actriz, lo mismo la puedes ver haciéndola de Bob Dylan, de Elfa o de jefa militar rusa como en esta ocasión. Otro personaje destacable es el de Mutt Williams. Vaya fortuna la de este muchacho Shia LaBeouf, apadrinado ni más ni menos que por Steven Spielberg, en poco tiempo ha conseguido dos grandes papeles, el año pasado en Transformers y este en Indiana Jones, y para el año siguiente la secuela de Transformers. La verdad es que no sólo el hecho de ser judío le agradó al reconocido director a la hora de poner los ojos en el joven de 21 años. Shia es un buen actor, con personalidad y carisma, que seguramente dará mucho de qué hablar en los próximos años.
Técnicamente Spielberg trabaja con el mismo equipo con el que lo ha estado haciendo desde hace varias películas, equipo que en algunos casos ubica a los mejores especialistas del mundo en su respectiva categoría, como Janusz Kaminski en la fotografía, Michael Kahn en la edición y John Williams en la música.
Realmente la última entrega de la serie queda a deber, y no hace justicia a los que muchos fanáticos esperábamos. Sin embargo, es así como se cierra el ciclo de uno de los héroes de ficción más reconocido de las últimas décadas, el antropólogo Indiana Jones.
Finalmente el punto que más se trató de cuidar durante todos los años previos a la realización de la cinta fue el menos destacable, la historia. Desde que se exhibió Indiana Jones y la Última Cruzada en 1989, se había hablado de una cuarta y última entrega que cerraría con el ciclo de películas del Dr. Jones. Durante todos estos años llegaron rumores que retrasaban la realización de la cinta, como la negativa de Harrison Ford para volver a encarnar a este personaje, pero sobre todo la renuencia de George Lucas a encontrar una historia adecuada. El proceso se volvió tan minucioso y exhaustivo que entre otras cosas se desechó la historia propuesta del reconocido director/escritor Frank Darabont, donde aparentemente Indiana Jones tendría un hermano, que sería interpretado por Kevin Costner. Se mencionaron también propuestas de personajes destacables como M. Night Shyamalan y Tom Stoppard, pero parecía que nada convencía a Lucas.
En el año 2006 Harrison Ford lanzó una especie de ultimátum al afirmar que si la película no estaba lista para el 2008, los productores debían de desechar la idea realizar la cinta. La presión era evidente y en ese momento se empezó a buscar frenéticamente el guión adecuado, para eso se tuvo que rescatar una historia pensada para la serie televisiva de Indiana Jones de 1992, donde había una idea que mencionaba algo relacionado a unas calaveras de cristal. George Lucas se la presentó a Ford y Spielberg y no tuvo la respuesta esperada, sin embargo la película se empezó a rodar en el 2007.
El argumento final trata sobre un grupo militar soviético, quienes obligan al Dr. Jones a localizar las ya mencionadas calaveras de cristal, mientras tanto se encuentra con la ayuda de un joven que resulta ser su hijo (Shia LaBeouf) y su madre, un viejo amor de Indiana Jones que no veíamos desde la primer película de la serie (1981), Marion Ravenwood (Karen Allen). El resultado es un guión bastante predecible, donde a pesar de contar con elementos interesantes propios del tema alienígena como las líneas de Nazca, la cinta no profundiza en ninguno, al contrario, lo suprime con las prolongadas escenas de acción, las cuales suelen ser persecuciones que se repiten una y otra vez. En este sentido la tecnología y efectos especiales actuales, jugaron un papel negativo en algunas escenas, como la de Mutt Williams columpiándose sobre las lianas y cayendo al final en un jeep en movimiento, en la que sin duda es la secuencia más absurda y exagerada de toda la saga.
Un punto destacable de la historia, es la mención del paso del tiempo con las referencias a la muerte del padre de Indiana y de Marcus Brody, así como la constante mención que hace Mutt del Dr. Jones, llamándolo “viejo” . Después de todo, los 65 años de Harrison Ford no podían pasar inadvertidos.
En cuanto a los personajes me gustó Irina Spalko, interpretada por Cate Blanchett, es impresionante lo camaleónica que puede ser esta gran actriz, lo mismo la puedes ver haciéndola de Bob Dylan, de Elfa o de jefa militar rusa como en esta ocasión. Otro personaje destacable es el de Mutt Williams. Vaya fortuna la de este muchacho Shia LaBeouf, apadrinado ni más ni menos que por Steven Spielberg, en poco tiempo ha conseguido dos grandes papeles, el año pasado en Transformers y este en Indiana Jones, y para el año siguiente la secuela de Transformers. La verdad es que no sólo el hecho de ser judío le agradó al reconocido director a la hora de poner los ojos en el joven de 21 años. Shia es un buen actor, con personalidad y carisma, que seguramente dará mucho de qué hablar en los próximos años.
Técnicamente Spielberg trabaja con el mismo equipo con el que lo ha estado haciendo desde hace varias películas, equipo que en algunos casos ubica a los mejores especialistas del mundo en su respectiva categoría, como Janusz Kaminski en la fotografía, Michael Kahn en la edición y John Williams en la música.
Realmente la última entrega de la serie queda a deber, y no hace justicia a los que muchos fanáticos esperábamos. Sin embargo, es así como se cierra el ciclo de uno de los héroes de ficción más reconocido de las últimas décadas, el antropólogo Indiana Jones.